lunes, 11 de agosto de 2008

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Crear AMOR!



Se va al tarólogo, al astrólogo, al psicólogo, al cura, al centro de belleza, al quirófano, a la bruja y al santo, al sastre y a la modista, a la discoteca, al civer café, al gimnasio y a la academia de inglés… ¡cuánto se mueve en el mundo para pedir amor!. ¿Y si en lugar de tanto pedir, comenzamos a fabricar amor?. Podemos ser obreros incansables de una fábrica de amor.
“Cuando se es creativo, ya no se está centrado en la petición de algo, al contrario, lo fabricamos nosotros mismos. Debemos porner amor allí donde no hay amor, y lo encontraremos. Porque, si utilizas al otro como un espejo de tu falta de capacidad para amar, es porque has ido a buscar a alguien que no te ama y eso es porque tú no puedes amar. Eres incapaz de amar, y tu problema de no amar lo depositas en el otro, lo proyectas como un espejo. Ama. Y si tú amas, el otro te va a amar, porque vas a proyectarle tu amor.”

Jodorowsky, en Psicomagia

¡"Oh casualidad"!



El filósofo alemán Arthur Schopenhauer, que en soledad se volcó al estudio del budismo, el hinduismo y el misticismo, sostenía que al reconstruir la propia historia como si se tratase de un rompecabezas (¿tridimensional?) gigante, en el momento menos pensado uno queda perplejo frente a la extraña sensación de que cada capítulo ha sido minuciosamente orquestado por un enigmático soñador. Al llegar a cierta edad, decía Schopenhauer, acontecimientos que en su momento parecían accidentales e irrelevantes se manifiestan como factores indispensables en la composición de una trama coherente. Y así como personas que conocemos (supuestamente por casualidad) se convierten en agentes decisivos en el sentido de nuestro lento trajinar, del mismo modo nosotros también actuamos inadvertidamente dando sentido a vidas ajenas. Así, llegado a un punto, todo, absolutamente todo, queda conectado, cobra sentido. Una canción, un pálpito, un letrero oxidado... Todo puede dejar una huella perdurable.
"Hay dos cosas en las que he llegado a creer, implícitamente, acerca del mundo en que vivimos. Nada de lo que en él ocurre es independiente de cualquier otra cosa, así como tampoco completamente fortuito o víctima del azar", confiesa el científico húngaro Ervin Laszlo, fundador y presidente del Club de Budapest, director científico de la Universidad para la Paz, de Berlín, y asesor de la Unesco. Y a pesar de que en este universo todas las cosas están conectadas, aclara Laszlo, lo más parecido está más ligado a lo parecido que a lo diferente.
Para Carl Jung, la sincronicidad (término acuñado por él en 1930, y que define como "coincidencia con significado para la persona que la vive") era una ley universal cuyo fin no es otro que el de orientarnos hacia un crecimiento evolutivo de la conciencia. En otras palabras, una ayuda o "pista divina" para reorientar nuestras vidas y unirnos a nuestro "verdadero destino" (que, a diferencia del infierno de Emanuel Swedenborg y del de la mitología tibetana, no es espantoso por irreal -apunta Borges-: es espantoso porque es irreversible y de hierro).
James Redfield, autor de La nueva visión espiritual , escribe: "En cualquier momento pueden ocurrir coincidencias significativas. Podemos estar enfrascados en nuestros asuntos cotidianos cuando, sin previo aviso, se produce un hecho fortuito que atrae nuestra atención".
¿Mera casualidad? El hecho es que, generalmente, resulta demasiado improbable que haya sido una pura consecuencia del azar. No obstante, "un incalculable caudal de esfuerzos humanos está orientado a combatir y restringir los perjuicios o peligros que entrañan las coincidencias", advierte Jung, en un prólogo del I Ching . Jung no pudo ocultar su fascinación ante "el hecho curioso de que un pueblo tan bien dotado e inteligente como el chino no haya desarrollado jamás lo que nosotros llamamos ciencia", y que, mientras el interés distintivo "de esa mente peculiar" pase precisamente por las "coincidencias", aquello que reverenciamos como causalidad casi no sea tenido en cuenta. "Los pensamientos de los viejos maestros tienen para mí mayor valor que los prejuicios filosóficos de la mente occidental", expresaba este suizo que contemplaba el cosmos a la manera de la antigua mentalidad china y de los físicos modernos.
Niels Bohr en la mecánica cuántica, Rupert Sheldrake en la biología, Borges en la literatura, Stanislav Grof en la psicología trascendental, los antiguos textos védicos, Lao Tsé, el chamanismo andino, seres provenientes de los más remotas geografías, épocas, ámbitos y áreas del conocimiento han advertido que en lo más fortuito de los eventos es posible percibir, y hasta casi palpar, a esa gran agencia de inmensurable inteligencia, amor y bondad, que parecería deleitarse con ser conocida. Como si detrás de la cáscara más superficial de esta danza lúdica llamada vida, de contenido y resonancia energética, y en la cual, a su vez, los personajes también sueñan, una fuerza todopoderosa estuviese hilvanando una red indivisible: ese misterioso entretejido de nuestro destino que es, a la vez, parte del todo, y donde en verdad no existe "lo otro". Einstein, Chaplin, Picasso, Joyce, Planck, ¿no nos han "hablado", acaso, de lo mismo?
"El azar no existe"
"En Occidente buscamos conectarnos con un ser superior por medio de palabras, a través de la oración. La sincronicidad, en cambio, nos conecta con esa fuente infinita desde un plano no racional, no por medio de las palabras sino a pesar de ellas", dice Eduardo Zancolli, médico cirujano y autor del libro El misterio de las coincidencias , desafiando, por qué no, los paradigmas de su rígida formación científica.
Zancolli, como con cierta timidez por haber encontrado "algo que no debía", destaca que "si tomamos conciencia de que las coincidencias con significado son una clara evidencia de que no estamos solos en el universo y de que hay un proceso espiritual que influye en nuestras vidas, tal vez logremos recuperar la confianza en nosotros mismos y en los demás". "Desgraciadamente -añade-, nuestra cultura se resiste a abandonar su forma de pensamiento lineal y causal; por tal motivo, la sincronicidad, algo tan cotidiano y terrenal, es elevado a un plano casi místico. Hemos perdido la vivencia de ser buscadores de tesoros en este gran sueño donde cada pieza encaja perfectamente. Por eso, creo que es esencial tener una actitud abierta y tolerante hacia el significado de las cosas que uno no desea que sucedan."
"¿Y si lo que experimentamos como nuestra vida fuera una obra de ficción? ¿Cómo podríamos saberlo?", cavila Robert Hopcke, en El azar no existe . Según él, "sólo algo ajeno a la propia historia, algo que venga del más allá, podría atraer la atención de un personaje sobre la naturaleza de la historia que está viviendo". Hopcke describe los acontecimientos sincronísticos como "sucesos impredecibles que no están relacionados con una cadena lineal de causas y efectos; suponen un profunda experiencia emocional; tienen un fuerte significado simbólico y ocurren en momentos de profundas transiciones en nuestras vidas".
Una vez le preguntaron a Idries Shah: "¿Cuál es el error fundamental del ser humano contemporáneo?" La respuesta del maestro sufí fue contundente: "Pensar que está vivo cuando, en verdad, se ha quedado simplemente dormido en la sala de espera de la vida".

http://www.sincronicidad.org/

OJODORO ¿Quién es?



Alejandro Jodorowsky
Me gusta desarrollar mi concienciapara comprender por qué estoy vivo, qué es mi cuerpo,y qué debo hacer para cooperar con los designios del universo.
No me gusta la gente que acomula datos inútilesy se crea conductas postizasplagiadas de personalidades importantes.
Me gusta respetar a los otros,no por las desviaciones narcisistas de su personalidad,sino por su desarrollo interno.
No me gusta la gente cuya mente no saben descansar en silencio,cuyo corazón critica a los otros sin cesar,cuyo sexo vive insatisfecho,cuyo cuerpo se intoxica sin saber agradecer estar vivocada segundo de vida es un regalo sublime.
Me gusta envejecer porque el tiempo disuelve lo supérfluoy conserva lo esencial.
No me gusta la gente que por amarras infantiles a mentiraslas convierte en supersticiones.
No me gusta que haya un papa que predicasin compartir su alma con una papisa,no me gusta que la religión esté en manos de hombresque desprecian a las mujeres.
Me gusta colaborar y no competir.Me gusta descubrir en cada ser esa joya eternaque podríamos llamar Dios interior.
No me gusta el arte que diviniza el ombligo de quien lo practica,me gusta el arte que sirve para sanarNo me gustan los tontos graves,me gusta todo aquello que provoca la risa.
Me gusta enfrentar voluntariamente mi sufrimientocon el objeto de expandir mi conciencia.

Mujeres que corren con lobos


La diferencia entre vivir desde el alma y vivir sólo desde el ego radica en tres cosas: en la habilidad de percibir y aprender nuevas maneras, en la tenacidad de atravesar senderos turbulentos y en la paciencia de aprender el amor profundo con el tiempo.

Sería un error pensar que se necesita ser un héroe endurecido para lograrlo. No es así. Se necesita un corazón que esté dispuesto a morir y nacer y morir y nacer una y otra vez.

Para amar el placer se requiere de muy poco. Para amar verdaderamente se requiere de un héroe que pueda manejar su propio miedo. Con miedo o no, es un acto del más profundo amor permitirse a uno mismo ser movido por el alma salvaje de otro. En un mundo donde los humanos tienen tanto miedo a "perder", hay demasiados muros que nos protegen de disolvernos en lo numinoso de otra alma humana.Por lo general cada miedo tiene tres partes: una parte es un residuo del pasado (siendo esto a menudo una fuente de vergüenza), otra parte es una carencia de certidumbre en el presente, y otra parte es miedo a un resultado deficiente o a consecuencias negativas en el futuro.

Muchas veces he escuchado a un hombre decir que tiene una "buena mujer" enamorada de él y él de ella, pero que simplemente no puede "soltarse" lo suficiente para ver lo que realmente siente por ella. El punto crítico para tal persona es cuando se permite a sí mismo amar "aún cuando"... Aún cuando tenga punzadas, aún cuando se sienta nervioso, aún cuando haya sido herido antes, aún cuando sienta miedo a lo desconocido. A veces no hay palabras para alentar la valentía. A veces debes simplemente saltar. En algún punto de la vida de un hombre debe haber un momento en el que confíe que el amor lo conduzca, un momento en el que sienta más miedo a quedar atrapado en algún lecho seco de río en la psique, que estar afuera en un territorio exuberante pero inexplorado. Cuando una vida es demasiado controlada, cada vez habrá menos vida que controlar. Si es amor lo que estamos haciendo, aún cuando nos sentimos aprehensivos o asustados estamos dispuestos a tocar lo "no hermoso" (y también lo "todavía no hermoso") en el otro y en nosotros mismos. ¿Qué es lo "no hermoso"? Nuestra hambre secreta de ser amados es lo "no hermoso". Nuestro desuso y mal uso del amor es lo "no hermoso". Nuestra falta de lealtad y devoción es poco amorosa, nuestro estado de separación del alma es feo, nuestras verrugas psicológicas, nuestras insuficiencias, malos entendidos y fantasías infantiles son lo "no hermoso". Por añadidura, la naturaleza de Vida/Muerte/Vida que da a luz, destruye, incuba y vuelve a dar a luz, es considerada no hermosa por nuestras culturas.

De alguna manera y en algún lugar dentro de las delicadas capas del ser que es creado cuando dos personas se aman, hay tanto un corazón como un aliento. Mientras un lado del corazón se vacía, el otro se llena. Cuando un aliento termina, otro comienza.

El amor en su forma más plena es una serie de muertes y renacimientos. Soltamos una fase, un aspecto del amor, y entramos en otra fase. La pasión muere y es traída de regreso. El dolor es ahuyentado y resurge en otro momento. Amar significa abrazar y al mismo tiempo soportar muchos, muchos finales y muchos, muchos comienzos —todo en la misma relación.Si pudiéramos darnos cuenta de que el trabajo es seguir haciendo el trabajo, seríamos mucho más feroces y estaríamos mucho más en paz.
* Pedacitos robados del libro Mujeres que corren con lobos de Clarissa Pinkola E.

Sí, me quiero!


Te enseño a darte aquello que mereces,
cortar en ti lo que es habitual,
expulsar de tu substancia los jueces implacables,
no ahondar buscando culpas sino causas,
pretender curar sin castigar.

Te amarás a ti mismo porque eres grande,
porque la belleza es tu esencia,
porque humilde sostienes el equilibrio total:
los astros sólo giran para que tú existas.

Te darás las palabras que mereces,
la ternura que mereces,
el talento que mereces,
no irás por los senderos de los otros.

Con castos pasos en el bosque oscuro
engendrarás tu propio camino.
Capaz de desprenderte del pasado
avanzarás naciendo, sin torturarte,
sin sentirte culpable para siempre.

Osarás desprenderte de las ideas que fueron
escalones para tu elevación
y te concebirás al margen de los espejos y del doble.

Deseando la existencia de los otros llegarás a ser.
Expulsando los alacranes del dolor podrás amar sin límites.
Sublimando el desespero de la impermanencia lograrás crear.
Sumergiendo el alma en tu milenaria carne sabrás por fin vivir.


A. Jodorowsky, de "Yo el Tarot"
(Pedacitos del poema VIII, La Justicia)

martes, 5 de agosto de 2008

El árbol del amor


...He oído contar la historia
de un antiguo y majestuoso árbol,
cuyas ramas se extendían hacia el
cielo.
Al llegar la estación de
las flores,
mariposas de todas las formas,
tamaños y colores,
bailaban a su alrededor.
Las aves de países lejanos
se le acercaban y cantaban
cuando florecía y daba frutos.
Las ramas,
como manos extendidas,
bendecían a todos los que acudían a sentarse
bajo su sombra.
Un niñito solía venir a jugar
junto a él
y el gran árbol se encariñó con el pequeño.
El amor entre lo grande y lo pequeño
es posible,
si el grande no es consciente de su grandeza.
El árbol no sabía que era grande,
sólo el hombre es consciente de eso.
La prioridad de lo grande siempre es el ego,
pero para el amor
nadie es grande o pequeño.
El amor abraza a quienquiera que se le acerque.
Así, el árbol comenzó a sentir amor hacia
ese pequeño que solía ir
a jugar cerca de él.
Sus ramas eran altas,
pero las inclinaba hacia el niño,
de modo que pudiera recoger
sus flores y sus frutos.
El amor siempre cede;
el ego nunca esta dispuesto a inclinarse.
Si te acercas al ego, sus
ramas se estirarán aún más hacia lo alto;
se pondrá rígido
para que no puedas alcanzarlo.

Osho. El árbol del amor.

Y el video de "Ella se ha cansado"

lunes, 4 de agosto de 2008

¡ELLA SE HA CANSADO!!!

Esta canción me la envio mi Super archi amiga y manita de Conce y la verdad me encanto la letra; cuando necesito un golpe de energía la escucho y el resultado es instantaneo! Besitos y abrazos Ivonne, ya sabes que te llevo cada día en mi corazón! y este post es en honor a ti!



(BEBE)
Ella se ha cansado, de tirar la toalla
va quitando poco a poco telarañas
No ha dormido esta noche, pero no está cansada
No miró ningún espejo, pero se siente "toa" guapa
Hoy, ella se ha puesto color en las pestañas
Hoy le gusta su sonrisa, no se siente una extraña
Hoy sueña lo que quiere sin preocuparse por nada
Hoy es una mujer que se da cuenta de su alma
Hoy vas a descubrir que el mundo es sólo para ti
que nadie puede hacerte daño, nadie puede hacerte daño
Hoy vas a comprender que el miedo se puede romper con un sólo portazo
Hoy vas a hacer reír porque tus ojos de han cansado de ser llanto, de ser llanto
Hoy vas a conseguir reírte hasta de ti y ver que lo has logrado
Hoy vas a ser la mujer que te de la gana de ser
Hoy te vas a querer como nadie te ha sabido querer
Hoy vas a mirar pa´lante que pa´tras ya te dolió bastante
Una mujer valiente, una mujer sonriente mira como pasa
Hoy no has sido la mujer perfecta que esperaba na roto sin pudores
las reglas marcadas
Hoy has calzado tacones para hacer sonar sus pasos
Hoy sabe que su vida nunca más será un fracaso
Hoy vas a descubrir que el mundo es sólo para ti
que nadie puede hacerte daño, nadie puede hacerte daño
Hoy vas a conquistar el cielo sin mirar lo alto que queda del suelo
Hoy vas a ser feliz aunque el invierno sea frío y sea largo, y sea largo
Hoy vas a conseguir reírte hasta de ti y ver que lo has logrado
Hoy vas a descubrir que el mundo es sólo para ti
que nadie puede hacerte daño, nadie puede hacerte daño
Hoy vas a comprender que el miedo se puede romper con un sólo portazo
Hoy vas a hacer reír porque tus ojos se han cansado de ser llanto, de ser llanto
Hoy vas a conseguir reírte hasta de ti y ver que lo has logrado

domingo, 3 de agosto de 2008

El mobiliario del sabio



Se cuenta que un turista fue a la ciudad de El Cairo, Egipto, con la finalidad de visitar a un famoso sabio. El turista se sorprendió al ver que el sabio vivía en un cuartito muy simple y lleno de libros. Las únicas piezas de mobiliario eran una cama, una mesa y un banco.

- ¿Dónde están sus muebles? - preguntó el turista. Y el sabio, rápidamente, también preguntó:
-¿Y dónde están los suyos…?
- ¿Los míos? - se sorprendió el turista - ¡Pero si yo estoy aquí solamente de paso!
- ¡Yo también… !- concluyó el sabio.

¿Qué es la Resilencia?


El oculto potencial del ser humano
por Helena Combariza - educadora, filósofa e investigadora

¿Qué es la Resilencia?
El término resiliencia se refiere originalmente en ingeniería a la capacidad de un material para adquirir su forma inicial después de someterse a una presión que lo deforme.
Al hablar de resiliencia humana se afirma que es la capacidad de un individuo o de un sistema social de vivir bien y desarrollarse positivamente, a pesar de las difíciles condiciones de vida y más aún, de salir fortalecidos y ser transformados por ellas. Posiblemente la resiliencia en cuanto realidad humana sea tan antigua como la propia humanidad, sin embargo el interés científico en ella es mucho más reciente.
Aparecen entonces dos elementos básicos de la resiliencia: la resistencia frente a la destrucción o la capacidad de proteger la propia integridad a pesar de la presión, dicho en otras palabras la superación de las crisis, el dolor, la muerte, la pobreza, como situaciones límites ante las cuales se resiste el ser humano, como luchador innato y sobreviviente de la esperanza; y el otro elemento lo constituye la capacidad de construir o reconstruir su propia vida a pesar de las circunstancias difíciles.

Es el concepto oriental de las crisis: como dificultad y como oportunidad. Las crisis son conflictos de alta intensidad y por lo tanto con un alto poder de transformar individuos y sociedades. “Solo una sociedad madura para los conflictos, es una sociedad preparada para la paz”, recuerda el maestro Estanislao Zuleta.
Se puede afirmar que se tiene una crisis cuando lo que se vive puede, en la conciencia de cada ser humano, exceder su capacidad de respuesta o de recuperación, se pierde la esperanza y el sentido de lucha.
En la óptica de la resiliencia en cambio, los conflictos son la base del desarrollo, cuando aparecen están anunciando crecimiento, transformación, buenas noticias. Se trata entonces de un potencial humano activado que logra muy buenos resultados a pesar de un alto riesgo, que mantiene competencias bajo la amenaza, que sigue creciendo en armonía, que es capaz de superar el miedo, que tiene la fortaleza de convertir el trauma en una oportunidad de crecimiento. Sin embargo las crisis, vistas como oportunidades de crecimiento, implican el desarrollo y fortalecimiento de factores que dinamicen y activen el potencial humano, de superar las dificultades y salir fortalecidos de ellas.
Entre estos factores pueden destacarse: La capacidad de crear sentidos y significaciones, o un profundo entendimiento, a pesar de las dificultades, de que hay algo positivo en la vida que es capaz de dar coherencia yorientación a la misma.

Víctor Frank, psicoanalista austríaco, quien sobrevivió en un campo de concentración, fue capaz de llegar a la libertad, después de la guerra, mediante la búsqueda de un sentido, lo que llamó posteriormente lalogoterapia.
Jairo Aníbal Niño, con su voz de poeta aporta el sentido y la significación a través de la palabra: “Los humanos han sabido cultivar el bosque de las palabras; con ellas se hermanan, se comunican, se consuelan, cantan y sueñan. A veces se les olvida que tienen ese milagro instalado en la cabeza, en el corazón y la lengua; entonces creen que solo la violencia resuelve sus contradicciones y conflictos. No se dan cuenta, entonces, que la violencia es la más triste e inhumana ausencia de pensamiento"

La vincularidad
Son las redes de apoyo incondicional que un ser humano requiere para sentirse parte del mundo, de la sociedad, del país, de la familia. El vínculo según Jung es la misma unidad humana, lo individual es una ilusión. Implica entonces intercomunicación afectiva que es la base de todo crecimiento humano. Crear lazos, como lo afirma Antoine de Saint Exupery en su libro El Principito es la base de la amistad y el amor, pero también crear lazos es acompañar en el dolor, unirse en la angustia del sin sentido para dar esperanza.
Los seres humanos en circunstancias especialmente difíciles requieren una mano amiga, un acompañante un “cómplice significativo” que les permita crear lazos y vínculos consigo mismos, con los otros y con su entorno. Todos estos enunciados son caminos de vincularidad que suscitan el potencial humano de la resiliencia.

El sentido del humor
Las personas que son capaces de reírse de sus males llevan la mitad del camino recorrido. La base del sentido del humor es el mismo sufrimiento. La gracia suele implicar el reconocimiento y la ternura ante lo imperfecto, el fracaso, la capacidad de admiración ante lo inesperado, y cuando la respuesta es una sonrisa, tal vez no acabe con el sufrimiento, pero tampoco éste acabará con quien lo padece. Quien logra reírse de sí mismo ganará en libertad interior y fuerza. Con el humor se dinamiza el potencial humano en situaciones límites. Valoración de la diferencia. La ternura que implica no solo el respeto sino el amor a la diferencia, se convierte sin duda en un factor protector por excelencia de la superación humana.
En la base se encuentra el crecimiento de la autoestima, en lo diverso que tiene cada persona como tesoro escondido con el cual puede acrecentar su esperanza y enriquecer su autoestima. Darle la oportunidad a cada ser humano de descubrirse único e irrepetible en su diferencia, se convierte en la clave de la aceptación personal y social.

En el “Libro de los Abrazos” de Eduardo Galeano (uruguayo) hay una descripción hermosa de la diferencia como generadora de luz y claridad:
“Cada persona brilla con luz propia entre los demás. No hay dos fuegos iguales, Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos colores. Hay gente de fuego sereno, que ni siquiera se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos bobos que no alumbran ni queman: pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca se enciende”

El enfoque de resiliencia puede aportar significativamente al cultivo de una esperanza realista, porque sin negar los problemas, centra la atención en las fuerzas y potencial humano que se pueden capitalizar.

La esperanza real no es una vía de escape, sino que descubre un potencial positivo real pero escondido a una mirada superficial y pesimista del valor humano. Esto viene al caso de la persona, pero también de las sociedades, de los países y en general del género humano.

Cerrando puertas



Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos, como quieras llamarlo. Lo importante es poder cerrarlos, y dejar ir momentos de la vida que se van clausurando.

¿Terminó tu trabajo?, ¿Se acabó tu relación?, ¿Ya no vives más en esa casa?, ¿Debes irte de viaje?, ¿La relación se acabó? Puedes pasarte mucho tiempo de tu presente "revolcándote" en los por qués, en devolver el cassette y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho. El desgaste va a ser infinito, porque en la vida, tú, yo, tu amigo, tus hijos, tus hermanos, todos y todas estamos encaminados hacia ir cerrando capítulos, ir dando vuelta a la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la vida y seguir adelante.

No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos porqué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltarlo, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros. ¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir! Por eso, a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, romper papeles, tirar documentos, y vender o regalar libros.

Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación. Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que dar vuelta a la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente.

El pasado ya pasó. No esperes que te lo devuelvan, no esperes que te reconozcan, no esperes que alguna vez se den cuenta de quién eres tú. Suelta el resentimiento. El prender "tu televisor personal" para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarte mentalmente, envenenarte, y amargarte.

La vida está para adelante, nunca para atrás. Si andas por la vida dejando "puertas abiertas", por si acaso, nunca podrás desprenderte ni vivir lo de hoy con satisfacción. ¿Noviazgos o amistades que no clausuran?, ¿Posibilidades de regresar? (¿a qué?), ¿Necesidad de aclaraciones?, ¿Palabras que no se dijeron?, ¿Silencios que lo invadieron? Si puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo, si no, déjalos ir, cierra capítulos. Dite a ti mismo que no, que no vuelven. Pero no por orgullo ni soberbia, sino, porque tú ya no encajas allí en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en esa oficina, en ese oficio.

Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver. Cierra la puerta, da vuelta a la hoja, cierra el círculo. Ni tú serás el mismo, ni el entorno al que regresas será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático. Es salud mental, amor por ti mismo, desprender lo que ya no está en tu vida.

Recuerda que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo. Nada es vital para vivir porque cuando tú viniste a este mundo, llegaste sin ese adhesivo. Por lo tanto, es costumbre vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy te duele dejar ir.

Es un proceso de aprender a desprenderse y, humanamente se puede lograr, porque te repito: nada ni nadie nos es indispensable. Sólo es costumbre, apego, necesidad. Pero cierra, clausura, limpia, tira, oxigena, despréndete, sacúdete, suéltate.

Hay muchas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escojas, te ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad. ¡Esa es la vida!

Paulo Coelho Novelista Brasilero