Una niña canadiense llamada Kaycee Poirier, de diez años, rescribió poco antes de morir de un tumor cerebral, éstos principios en un lenguaje adecuado para los niños manifestando:
«Éste es mi regalo para otros niños que están luchando por vivir»
¡ El amor es una de las cosas más importantes de la vida !
Es importante mejorar, por eso, ¡ no debemos dejar que nos atrape el miedo !.
Dar y recibir son la misma cosa.
No vivas en el pasado y no vivas en el futuro.
Haz lo que puedas ahora. Cada minuto es para dar amor.
Podemos aprender a querernos a nosotros mismo y a los demás por la vía de perdonar en lugar de no perdonar.
Podemos encontrar amor en lugar de defectos.
Si hay algún problema afuera, no te desesperes, porque adentro estás seguro.
Todos somos alumnos y maestros unos para otros.
No te fijes sólo en las cosas malas, ¡ fíjate también en las cosas buenas!
Como el amor es para siempre, la muerte no tiene por qué darnos miedo.
Siempre podemos ver a los demás como personas que están dando amor o pidiendo ayuda.
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