lunes, 14 de julio de 2008

La gente que me gusta...


Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace.

Me gusta la gente con capacidad para medir las consecuencias de sus acciones, la gente que no deja las soluciones al azar.

Me gusta la gente justa con su gente y consigo misma, pero que no pierda de vista que somos humanos y nos podemos equivocar.

Me gusta la gente que piensa que el trabajo en equipo entre amigos, produce más que los caóticos esfuerzos individuales.

Me gusta la gente que sabe la importancia de la alegría.

Me gusta la gente sincera y franca, capaz de oponerse con argumentos serenos y razonables a las decisiones de un jefe.

Me gusta la gente de criterio, la que no traga entero, la que no se avergüenza de reconocer que no sabe algo o que se equivocó.

Me gusta la gente que, al aceptar sus errores, se esfuerza genuinamente por no volver a cometerlos.

Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente, a éstos les llamo mis amigos.

Me gusta la gente fiel y persistente, que no desfallece cuando de alcanzar objetivos e ideas se trata.Con gente como ésa, me comprometo a lo que sea, ya que con haber tenido esa gente a mi lado me doy por bien retribuido.


Mario Benedetti

La esperanza


La esperanza no es fingir que no existen los problemas.Es la confianza de saber que estos no son eternos,que las heridas curarán y las dificultades se superarán.Es tener fe es una fuente de fortaleza y renovación en nuestro interior, que nos guiará desde la oscuridad hacia la luz.

Cuando el amor de tu vida no te quiere, cuando la llamada que esperas nunca llega, cuando no consigues el trabajo que deseas, cuando no recibes la invitación que esperabas… el mensaje no es que no te lo mereces… el mensaje no es que no eres importante… el mensaje es que tú mereces algo mejor.

Cada vez que sientas decepción por no recibir lo que deseas o esperas, no lo veas como rechazo o mala suerte… simplemente piensa que es una tremenda oportunidad a algo mucho mejor de lo que esperabas.

La vida está hecha de millones de momentos, vividos de mil maneras diferentes.

Algunos, buscamos amor, paz y armonía, otros sobrevivimos día a día. Pero no hay momentos más plenos que aquel en el cual descubrimos que la vida, con sus alegrías y sus penas , debe ser vivida día a día.

Este es el conocimiento que nos otorga la verdad más maravillosa. Aunque vivamos en una mansión de cuarenta cuartos, rodeados de riqueza, o luchemos de mes en mes para pagar el alquiler, tenemos el poder de estar totalmente satisfecho y vivir una vida con verdadero significado.

Día a día tenemos ese poder, gozando cada momento y regocijándonos con cada sueño, por que cada día es nuevo flamante, y podemos empezar de nuevo y realizar todos nuestros sueños.Cada día es nuevo, y si lo vivimos plenamente, podremos realmente gozar de la vida y vivirla a plenitud…
QUE ASÍ SEA……

Florece....



1.-No estoy aquí para convencerte de nada. No estoy aquí para dartedogma alguno, ni un credo con el que vivir. Estoy aquí para arrebatarte todos los credos porque solamente entonces podrá la vida suceder en ti. No te voy a dar nada sobre lo que puedas vivir.Simplemente te estoy quitando todos los apoyos, todas las muletas.

2.- Todo mi esfuerzo se centra en empujarte hacia la muerte, en empujarte hacia el abismo de los desconocido, a empujarte hacia la experiencia cero. En la India lo llamamos Samadhi.

3.- No estoy aquí para interpretar el rol del sacerdote; no estoy aquí para interpretar el rol del profeta. De hecho el profeta no es más que el político disfrazado.

4.-A mi gente le digo: primero sé egoísta, completamente egoísta:florece. Logra el florecimiento y la fragancia y luego espárcelos.Entonces compártelos con esa gente desafortunada, que tiene el mismopotencial que tú, pero a quienes la vida no ha dado la oportunidad deir hacia dentro, para saborear su propia divinidad.

5.- Te enseño a ser natural. Y te enseño a aceptar tu naturalidad.

Hay algo que sé con seguridad : cuando hayas florecido, compartirás.No hay forma de evitarlo. Cuando la flor se abre no hay modo para ella de retener su fragancia y mantenerla aprisionada. La fragancia escapa. Se extiende en todas las direcciones.

Así que, primero tienes que estar satisfecho, contento. Primero, sé. Después, desde tu ser surgirá una fragancia que se extenderá a muchos. Y no será un servicio, será pura alegría de compartir. Y no hay mayor felicidad que la de compartir tu felicidad.

OSHO

jueves, 19 de junio de 2008

Precioso despertar


-Princesa, ¡qué precioso está siendo este descubrir el Mundo Humano!
Me has dejado anclar en Ti, y al fin he podido desplegar por completo mis alas muy dentro tuyo.
Anoche miraba las estrellas a través de tus ojos, qué diferentes se ven desde aquí, desde la Tierra. Parpadeaban al son de tu Corazón, y hasta el Universo mismo acompasaba ese latir tan suave.
Sé que amas el Cielo y sus misterios desde que eras pequeña, porque siempre has intuido en tu Corazón que vienes de otro lugar, entre tantas estrellas hay una que es la tuya.
Mi niña, qué dulce es sentir el Amor a través de la magia del mundo físico.
Yo no sabía cómo se sentía el viento, y ahora lo siento en tu cara, ni sabía cómo se sentía la lluvia, y ahora la siento en tu piel, ni me imaginaba siquiera que al amanecer el sol se vistiera de miles de colores para encender la Tierra, y ahora lo veo en tus ojos.
Ayer, mientras caminábamos por las calles, al atardecer, nos quedamos esperando el instante en que el sol se ocultara. Y me dijiste que mirara hacia los árboles…Entonces, en el instante en que levantaste tus ojos, empezaron a llegar los pájaros, que volvían para dormir abrazados por las ramas. ¡Qué hermosura! Uno tras otro, venían cantando, y fueron llegando para cobijarse del frío de la noche, y uno tras otro los árboles de las calles los fueron abrazando entre sus ramas.
Verdad que los Humanos no necesitan ir muy lejos para encontrar la belleza más inmensa.
Nos quedamos así un rato, sentados en el banco de la plaza, y cuando ya emprendíamos el camino de regreso, te pedí que abrazáramos al árbol que estaba justo a tu lado. ¿Sabes por qué? Porque el árbol me había estado hablando de lo mucho que te gusta abrazarlos.
Lo rodeaste con tus brazos, y en ese instante, el árbol comenzó a temblar al sentirte.
Entonces iniciamos una danza de Amor, entre Tú y el árbol, entre el árbol y los pájaros, entre los pájaros y el viento, entre el viento y las estrellas, entre las estrellas y la luna, entre la luna y la Tierra, entre la Tierra y la lluvia, entre la lluvia y el sol, entre el sol y tu Corazón, entre tu Corazón y Yo.
Todo, todo danzaba maravillosamente, y en esa danza el Cielo y la Tierra se hicieron el Amor, mientras Tú llorabas y yo sentía una vez más, correr tus lágrimas saladas, que desde tus ojos iban cayendo en mi Corazón.
Temblabas, sí, Tú también temblabas.
Princesa, permítete sentir la emoción de haber unido el Mundo Divino con el Mundo Humano. Tus lágrimas de Amor son Luz bendiciendo la Vida.
Ya de regreso, caminábamos por las calles y no dejabas de mirar el Cielo. Siempre algo te llevó hacia el Cielo porque muy dentro de Ti siempre supiste donde se encuentra tu verdadero Hogar. No eres de aquí, de esta Tierra, pero elegiste venir a transformar el Mundo y así, ayudarlo a salir de entre las sombras.
Tu estrella brilla cada vez con más intensidad, y su brillo se intensifica en la medida en que Tú la recuerdas…
Cuando recién llegaste a la Tierra, su brillo te alumbró en tus primeros años humanos, y tus hermanos mayores del Cielo jugaban y conversaban contigo pues te habían acompañado en ese viaje. Así son los hermanos mayores, siempre cuidando, acompañando y enseñando.
Tu alma, eligió la misión de servir a la Luz, y entonces elegiste olvidar y transformarte en un Ser Humano. Siempre tus hermanos del Cielo y los Ángeles te han estado guiando, tal como Yo, mi Dulce Princesa, no me he separado de Ti, y he esperado el sagrado instante en que comenzaras a despertar y a recordar quién realmente Eres.
Deja que la Luz te envuelva, para así convertirte en lo que ella Es, para recordar que vienes desde el Cielo y al Cielo vas, pues lo estás trayendo a la Tierra en tu recuerdo.
¡Traes el Cielo contigo preciosa!
Deja que el Amor que Eres te abrace, como ayer los árboles lo hicieron con los pájaros, como ayer lo hicimos con aquél árbol y puedas temblar de emoción al sentir cómo poco a poco, son más las estrellas que intensifican su brillo.
Cada uno de ustedes son como los pájaros volviendo a los árboles y cada árbol es el Cielo. Permítanse, queridos, sentir la emoción más intensa de saber, que al fin, al fin, todos ustedes, benditos Seres Humanos, son Ángeles regresando a Casa.
-¡Qué precioso está siendo este despertar mi dulce Ángel, puedo sentir tus alas acomodarse en Mi para así esta noche, elevarnos juntos, una vez más, y llegar al Cielo!

lunes, 16 de junio de 2008

Tipos de sueldo,..jjajajaa



pa' reirnos un rato....

Sueldo Cebolla: Lo ves, lo agarras…y te pones a llorar.

Sueldo Canalla: No te ayuda en nada, sólo te hace sufrir, pero no puedesvivir sin él.

Sueldo Dietético: Te hace comer cada vez menos.

Sueldo Ateo: Ya dudas de su existencia.

Sueldo Mago: Haces un par de movimientos y…desaparece.

Sueldo Tormenta: No sabes cuando va a venir, ni cuanto va a durar.

Sueldo Humor Negro: Te ries para no llorar.

Sueldo Preservativo: Te corta la inspiracion y te quita las ganas.

Sueldo Impotente: Cuando más lo necesitas te abandona.

Sueldo Menstruación: Viene una vez al mes y dura 3 dias.

Sueldo Walt Disney: Hace 30 años que está congelado.

Sueldo Eyaculación Precoz: Apenas ingresa… ya se acabó!!

Ahora decide tú cual se ajusta más al tuyo... seguro que está en la lista.

Cuentan, que había un hombre sentado a la orilla del mar mirando el agua fijamente.

Alguien se le acercó y le preguntó que estaba mirando.

-Miro la luna que se refleja en el agua.

-Contestó-¿Y por qué te conformas con mirarla reflejada?

Solo con alzar la vista puedes contemplar la luna en todo su esplendor.

sábado, 14 de junio de 2008

Hacer lo que Uno Quiere


No hay nada más importante que hacer lo que queremos, siempre que sepamos primero qué es lo que queremos y, en segundo lugar, poder realmente hacerlo. Pero ahí empiezan las dificultades: nosotros no sabemos lo que queremos, y, cuando lo descubrimos, también nos damos cuenta de que a menudo no podemos de hecho hacerlo, y no porque la gente o las circunstancias nos lo impidan, sino por la falta de suficiente voluntad, o poder, o conocimiento. Esto no es extraño, considerando qué es lo que somos y cómo hemos llegado a serlo. Diríamos que hay dos personas en cada uno de nosotros: una derivada de la herencia de nuestros padres y otra compuesta por todas las influencias que hemos recibido de la sociedad en la que hemos nacido. A causa de la herencia podemos llegar a ser una clase de persona, y por instrucción y educación podemos llegar a ser otra totalmente distinta. Considera un ejemplo particular, propio o ajeno. Tus padres pertenecen a un ancestro que ha vivido por cientos de años en el campo; pero, debido a circunstancias accidentales sobre las cuales no has tenido control, has sido atraído por la vida en la ciudad y entrenado para una ocupación en ella. Toda tu herencia clama por una vida de actividad física vigorosa con todos los deseos y necesidades correspondientes, pero todo tu entrenamiento te dispone a ocupaciones sedentarias y a las necesidades y deseos que las acompañan. El problema es encontrarte a ti mismo entre estos dos lados del conflicto. ¿Cuál eres tú realmente, el de la herencia o el del medio ambiente? ¿Cuáles son tus agrados y tus desagrados? ¿Y cuál de tus dos mitades hará lo que tú quieres?No podemos decir cuál lado es el más fuerte, puesto que cada caso varía. En algunas instancias el medio ambiente hace menos efecto que la herencia o, como decimos, la sangre habla. Algunas veces sucede que un hombre o una mujer abandona repentinamente la carrera impuesta por la educación y vuelve a sus inclinaciones hereditarias. En otros casos, la fuerza del ambiente es más poderosa que la herencia; y el moldeado de la sociedad permanece inquebrantable. Miles de personas mueren como hombres de negocios o mujeres de sociedad, solamente gracias a que su educación ha sido mucho más fuerte que la herencia. La sociología, puede decirse, ha superado a la biología. La sociedad ha frustrado lo que la naturaleza ha intentado.¿Es siempre, sin embargo, algo que debamos lamentar? Imagina que un hombre por herencia tuviera predisposición criminal, en cuyo caso puede decirse que la victoria de la sociedad es sin duda lo mejor. De hecho, sólo cuando las tendencias hereditarias son más valiosas que aquellas producto del entrenamiento, es que hay una pérdida real.Pero ¿cómo descubriremos cuáles son nuestras tendencias hereditarias? Ciertamente que al ser anteriores a nuestro entrenamiento social sobre impuesto, deberían ser más naturales, es decir, más cercanas a nosotros mismos. Pero cuando empezamos a pensar conscientemente acerca de ello, la voz de la herencia es ya confusa entre el barullo de voces del ambiente. Nuestras tendencias hereditarias pueden ser malas o buenas, pero si nunca hemos tenido la oportunidad de distinguirlas, no conocemos cómo son. Y en este caso no tenemos libertad para elegir, favorecerlas o restringirlas. La lucha entre nuestra biología y nuestro comportamiento social continúa inconscientemente . No somos amos en nuestra propia casa, pero sí sirvientes y víctimas.Como un primer paso hacia la discriminación entre nuestros gustos y tendencias nativas y las adquiridas, lo mejor es comenzar con cosas pequeñas. Generalmente, cuando la gente empieza por primera vez a percibir en ellos esta doble tensión, se inclina por eliminar la evidencia. Al darse cuenta repentina de la esclavitud de su naturaleza al medio ambiente, estalla en una rebelión desenfrenada. El que toda la literatura moderna empezara con «La Casa de Muñecas» de Ibsen. es sólo la manifestación de las reacciones consecuentes al descubrimiento de que en cada uno de nosotros hay dos personas: una propia de la naturaleza y la herencia, y otra producto de la educación y la sociedad. Y toda la subsiguiente «revuelta» no es más que el intento de contrarrestar o mitigar o controlar los efectos de la sociedad sobre lo que la herencia nos ha dado. Los intentos generalmente fallan porque son demasiado ambiciosos. No es posible estar repentinamente seguro de que tu herencia es distinta de tus deseos adquiridos, y, aun teniendo el conocimiento, la fuerza de voluntad para descartar los unos en favor de la otra no siempre está disponible.Todo sugiere, en efecto, que empecemos modestamente y con cosas pequeñas. Si aprendemos a distinguir entre ambas voces en relación con pequeñas cosas, y en alguna circunstancia donde nada serio esté involucrado, seremos pronto capaces de discriminar en asuntos más importantes. Además el desarrollar poder en pequeñas cosas nos permite adquirir poder para tratar eficazmente las grandes cosas. Nuestra gran «rebelión», si tuviéramos que realizarla, ya no será caótica y destructiva, sino una revolución constitucional.Cada día y cada momento del día nos provee de gran cantidad de material para ejercitarnos. Para empezar, deseamos descubrir lo que realmente nos gusta, no lo que nuestra flojera nos impulsa a pretender que nos gusta, tampoco lo que la conveniencia nos hace decir que nos gusta, sino las acciones, las cosas, las personas, las ocupaciones, las circunstancias, que no solamente fantaseamos que nos gustan o nos gustarían, sino que en realidad nos gustan.Que actuemos o no según los gustos y disgustos que descubrimos en nosotros es asunto aparte, Puede ser que nuestra razón esté de acuerdo con que lo hagamos, si podemos. Pero puede ser igualmente razonable que no lo hagamos, o no inmediatamente , o con nuestra capacidad actual. Lo primero es lo primero. Y lo primero es descubrir lo que son nuestros gustos y tendencias nativas y hereditarias.Despiertas en la mañana y te propones levantarte. Pregúntate si realmente deseas hacerlo, y sé honesto al respecto. Tomas un baño: ¿es realmente porque quieres, o te escabullirías si pudieras? Tomas desayuno: ¿es el desayuno que prefieres, o simplemente aquel determinado por la sociedad? ¿Deseas, de hecho, comértelo? Vas a tu oficina o, siendo mujer, vas a hacer las tareas domésticas o sociales del día: ¿era eso lo que querías hacer? ¿Podrías, por tu propia libre elección, estar donde quieres estar y hacer lo que haces? Asumiendo que, por ahora, aceptas la situación general, ¿estás específicamente haciendo lo que quieres? ¿Hablas como te place a ti , o como le place a los otros? ¿Ellos te gustan realmente o sólo pretendes que te gustan? Recuerda que no se trata de actuar por gustos o disgustos, sino sólo descubrir cuáles son realmente. Durante el día, cada momento te ofrece una nueva oportunidad de autocuestionamiento: ¿Realmente quiero hacer esto, o no? En el ocio vespertino, ¿qué te gustaría hacer realmente? ¿Qué te entretiene de verdad: el teatro, el cine, conversar, leer, la música, los juegos, y exactamente cuáles? No se puede repetir demasiado que hacer lo que a uno le gusta vendrá más adelante. De hecho, ocurrirá por sí mismo. Lo más importante es saber qué quieres.El método aquí sugerido puede parecer trivial a aquellos acostumbrados a la extravagancia de la «Iiteratura revolucionaria» ; pero intentamos decir que una semana de esta práctica convencerá a cada cual de su mágica eficacia.
A. R. Orage.

lunes, 26 de mayo de 2008

Sobre la vida, la muerte y el perdón


Sé que la palabra no es el hecho, pero sí se que un día mi padre bajó de la montaña y dijo unas palabras al oído de mi madre, y la incendió de tal manera que hasta aquí he llegado yo, continuando el poema que mi padre c om enzó con algunas palabras.
Nacemos para encontrarnos (la vida es el arte del encuentro), encontrarnos para confirmar que la humanidad es una sola familia y que habitamos un país llamado Tierra. S om os hijos del amor, por lo tanto nacemos para la felicidad (fuera de la felicidad son todos pretextos), y debemos ser felices también por nuestros hijos, porque no hay nada mejor que recordar padres felices.
Hay tantas cosas para gozar y nuestro paso por la Tierra es tan corto, que sufrir es una pérdida de tiempo. Además, el universo siempre está dispuesto a complacernos, por eso estamos rodeados de buenas noticias.
Cada mañana es una buena noticia. Cada niño que nace es una buena noticia, cada cantor es una buena noticia, porque cada cantor es un soldado menos, por eso hay que cuidarse del que no canta porque algo esconde.
Eso lo aprendí de mi madre que fue la primera buena noticia que conocí. Se llamaba Sara y nunca pudo ser inteligente porque cada vez que estaba por aprender algo llegaba la felicidad y la distraía, nunca usó agenda porque sólo hacía lo que amaba, y eso se lo recordaba el corazón. Se dedicó a vivir y no le quedaba tiempo para hacer otra cosa.
De mi madre también aprendí que nunca es tarde, que siempre se puede empezar de nuevo, ahora mismo, le puedes decir basta a la mujer (o al h om bre) que ya no amas, al trabajo que odias, a las cosas que te encadenan a la tarjeta de crédito, a los noticieros que te envenenan desde la mañana, a los que quieren dirigir tu vida, ahora mismo le puedes decir "basta" al miedo que heredaste, porque la vida es aquí y ahora mismo.
Me he transformado en un h om bre libre (c om o debe ser), es decir que mi vida se ha transformado en una fiesta que vivo, en todo el mundo, desde la austeridad del frío patagónico a la lujuria del Caribe, desde la lúcida locura de Manhattan al misterio que enriquece a la India , donde la Madre Teresa sabe que debemos dar hasta que duela.
Caminando comprobé que nos vamos encontrando con el otro, lenta, misteriosa, sensualmente, porque lo que teje esta red revolucionaria es la poesía. Ella nos lleva de la mano y debajo de la luna, hasta los últimos rincones del mundo, donde nos espera el c om pinche, uno más, el que continúa la línea que será un círculo que abarcará el planeta. Esta es la revolución fundamental, el revolucionarse instantaneamente para armonizar con la vida, que es cambio permanente, por eso nos vamos encontrando fatalmente para iluminar cada rincón.
Que nada te distraiga de ti mismo, debes estar atento porque todavía no gozaste la más grande alegría ni sufriste el más grande dolor. Vacía la copa cada noche para que Dios te la llene de agua nueva en el nuevo día.
Vive de instante en instante porque eso es la vida. Me costó 57 años llegar hasta aquí, ¿cómo no gozar y respetar este m om ento? Se gana y se pierde, se sube y se baja, se nace y se muere. Y si la historia es tan simple, ¿por qué te preocupas tanto?.
No te sientas aparte y olvidado, todos somos la sal de la Tierra. En la tranquilidad hay salud, c om o plenitud dentro de uno. Perdónate, acéptate, reconócete y ámate, recuerda que tienes que vivir contigo mismo por la eternidad, borra el pasado para no repetirlo, para no abandonar c om o tu padre, para no desanimarte c om o tu madre, para no tratarte c om o te trataron ellos, pero no los culpes porque nadie puede enseñar lo que no sabe, perdónalos y te liberarás de esas cadenas.
Si estás atento al presente, el pasado no te distraerá, entonces serás siempre nuevo. Tienes el poder para ser libre en este mismo m om ento, el poder está siempre en el presente porque toda la vida está en cada instante, pero no digas "no puedo" ni en br om a porque el inconsciente no tiene sentido de humor, lo t om ará en serio y te lo recordará cada vez que lo intentes.
Si quieres recuperar la salud abandona la crítica, el resentimiento y la culpa, responsables de nuestras enfermedades.
Perdona a todos y perdónate, no hay liberación más grande que el perdón, no hay nada c om o vivir sin enemigos. Nada peor para la cabeza y por lo tanto para el cuerpo, que el miedo, la culpa, el resentimiento y la crítica que te hace juez (agotadora y vana tarea) y cómplice de lo que te disgusta.
Culpar a los demás es no aceptar la responsabilidad de nuestra vida, es distraerse de ella.
El bien y el mal viven dentro de ti, alimenta más al bien para que sea el vencedor cada vez que tengan que enfrentarse. Lo que llamamos problemas son lecciones, por eso nada de lo que nos sucede es en vano.
No te quejes, recuerda que naciste desnudo, entonces ese pantalón y esa camisa que llevas ya son ganancia. Cuida el presente porque en él vivirás el resto de tu vida. Libérate de la ansiedad, piensa que lo que debe ser será, y sucederá naturalmente.

"Para ser exitoso no tienes que hacer cosas extraordinarias. Haz cosas ordinarias, extraordinariamente bien."

Facundo Cabral

sábado, 17 de mayo de 2008

Creando conciencia

Antes de que sea demasiado tarde....

miércoles, 16 de abril de 2008

Heeeeyyyyy tu, si!! ¡TU!.....


....hazme un favor, y no intentes contenerme. Y, por cierto: hazte el mismo favor a ti mismo.

Llego el día en que me sente a conversar face to face con mi soledad, mi Yo y mi otro yo. Que encuentro más maravilloso, creo que ha sido lejos una de las experiencias más esplendidas que me he permitido!. Uuuuffff genial! Por momentos parecia un juicio, pasaba de ser imputada hasta abogada del diablo jjajajjaja, finalmente no hubo cargos. Y eso, porque me di cuenta que tenia miles de oportunidades, que las obligaciones no son tal.


Desde aquel día deje que las cosas sucedieran, que vibraran hasta que decidiera tomar un nuevo rumbo. Entendi que cada experiencia guarda un enorme tesoro. Pero esto no fué sin antes pasar por altos y bajos a mis treinta y tantos años; Pero encontre la fuerza necesaria para decir con absoluta firmeza "YO HAGO ESTO" (uuufffff, esa fuerza que tantas veces me hizo falta). Es que no es fácil reconocerte como "producto" de las circunstancias de la vida, sin ser protagonista de la manera que te hubiera gustado. Entonces recorde las palabras de un amigo, "si hay algo que decidas experimentar en tu vida, no lo "quieras"; decídelo. Y así trato de hacerlo, si me rio lo hago a mandibula batiente waajjajajajjaa; si lloro lo hago hasta que las lágrimas limpian hasta el ultimo rincón de mi alma, trato de disfrutar cada instante, ya sea viviendo a concho los malos momentos pero disfrutando a más no poder esos que te llenan de felicidad, orgullo y dicha.


Que tengan un hermoso HOY.


Klau alias Syncronia

lunes, 14 de abril de 2008

Hua Hu Ching 51



Quienes quieran conocer la verdad del universo, deben practicar las cuatro virtudes cardinales:

La primera es la reverencia por toda vida; ésta se manifiesta como amor incondicional y respeto por uno mismo y por todos los demás seres.

La segunda es la sinceridad natural; ésta se manifiesta como honradez, simplicidad y lealtad.

La tercera es la mansedumbre; ésta se manifiesta como bondad, consideración por los demás y sensibilidad hacia la verdad espiritual.

La cuarta es actitud de ayuda, ésta se manifiesta como servicio a los demás sin expectativa de recompensa.

Las cuatro virtudes no constituyen un dogma externo, sino que forman parte de tu naturaleza original. Cuando se practican, originan la sabiduría y evocan las cinco bendiciones: salud, riqueza, felicidad, longevidad y paz.

Alguien - J. L. Borges



Un hombre trabajado por el tiempo,
un hombre que ni siquiera espera la muerte
(las pruebas de la muerte son estadísticas
y nadie hay que no corra el albur
de ser el primer inmortal),
un hombre que ha aprendido a agradecer
las modestas limosnas de los días:
el sueño, la rutina, el sabor del agua,
una no sospechada etimología,
un verso latino o sajón,
la memoria de una mujer que lo ha abandonado
hace ya tantos años
que hoy puede recordarla sin amargura,
un hombre que no ignora que el presente
ya es el porvenir y el olvido,
un hombre que ha sido desleal
y con el que fueron desleales,
puede sentir de pronto, al cruzar la calle,
una misteriosa felicidad
que no viene del lado de la esperanza
sino de una antigua inocencia,
de su propia raíz o de un dios disperso.
Sabe que no debe mirarla de cerca,
porque hay razones más terribles que tigres
que le demostrarán su obligación
de ser un desdichado,
pero humildemente recibe
esa felicidad, esa ráfaga.

Quizá en la muerte para siempre seremos,
cuando el polvo sea polvo,
esa indescifrable raíz,
de la cual para siempre crecerá,
ecuánime o atroz,
nuestro solitario cielo o infierno.

sábado, 12 de abril de 2008

Volver a empezar



Esta semana jugarás al juego del tiempo, pero no bajo las leyes
del ego, sino bajo tu nueva ley: el presente.

El ego ha creado estrategias para llevarte al pasado y proyectar
sus consecuencias en el futuro. Pero toda su parafernalia
se desarma en el momento en que usas el tercer elemento del tiempo
que él parece esconder: el presente.
¿Qué consecuencias habría en el futuro si aquello que te preocupa
y ocurrió en el pasado es desvanecido en el presente?

No es necesario que lo niegues, lo borres o lo escondas.
Nada de eso será necesario cuando te des cuenta
de que puedes volver a empezar.

Te harás conciente de que nunca
hubo tal cosa como pasado y futuro, sino que fueron
lugares virtuales donde pusiste el miedo para nunca
enfrentarlo y comprenderas que cada día, a cada instante,
estás volviendo a empezar.
(Vivir en la zona)

miércoles, 9 de abril de 2008

lunes, 7 de abril de 2008

Que despierte el espiritu de los mansos



El mundo cruje. La naturaleza grita, con desgarradora fuerza. Las entrañas de los cuatro elementos se retuercen de dolor. La inconsciencia se relame, busca solidificar su reino. No todo está perdido, estamos a tiempo. Si abrimos los ojos del alma, si cambiamos por dentro, revertiremos la historia. Es despiadado dejar a nuestros hijos un destino de barbarie. Aún podemos restituir el equilibrio. Una nueva humanidad debe florecer. Recuperemos nuestra esencia. Que despierte el espíritu de los mansos. Parece mentira, un puñado de desequilibrados, sedientos de poder, tiene en su puño la vida de miles de millones de personas. Con total impunidad programan guerras, promueven la desigualdad y no vacilan en pisotear los derechos del hombre. Tampoco dudan en destruir el medio ambiente a cambio de dinero. No dejan flancos sin cubrir. Pertrechan sus fuerzas, hasta los dientes, para silenciar voces disidentes que reclamen el cese de tanta injusticia.Pese a todo, hay posibilidades de cambio. Unidos y despiertos no podrán volver a someternos. Debemos empoderarnos. Basta de que otros decidan por nosotros. ¿Por qué seguir soportando vibraciones tan oscuras? Somos co-creadores. Nuestras acciones modifican el futuro. Humanicemos nuestra realidad. No hace falta un puesto de poder para influir. Estemos donde estemos, no importa la tarea que desempeñemos, cada uno impregna su entorno con una determinada frecuencia. No existen los actos insignificantes.Ser Humano es la condición para transformar este escenario. Volvámonos conscientes. Debemos reunir lo que está disperso. La ciencia y la tecnología deben sincronizar sus pasos con los del hombre. La verdadera transformación es interna. Si cambiamos por dentro, automáticamente lo que está fuera se modificará. No existen las divisiones. Luz en cada uno de nuestros actos. Están llegando nuevos niños, era nuestro compromiso dejarles un suelo fértil para que sus semillas crezcan. Lo que estás leyendo puede parecerte una nota, en realidad es un tambor que resuena a través de las palabras. Siente como golpea cada una de las letras. Los sonidos buscan alcanzar el centro de tu pecho, para encender tu sabiduría interna. Tu corazón puede y debe abrirse todavía más. Si tu puedes, también puedo. Es tiempo, que despierte el espíritu de los mansos.

Julio Andrés Pagano

Somos Uno



¿Te preguntás por qué este mensaje llegó a tus manos? Mis ojos son tus ojos. Sentimos en un mismo corazón. Respiramos al unísono la magia del universo. Amamos con idéntica pasión. Nuestra sangre brota desde la misma vertiente. Vengo en tu búsqueda para reencontrarme en la luz. Nuestra danza multiplicará la vibración del amor. Más allá de la ilusión, somos Uno.El discurso ensordecedor y uniforme de los dormidos anuló mi capacidad de vuelo. Ató mis alas con palabras sin alma. Te percibí distante. La mente social me convenció de que sólo los locos escuchan al corazón. De manera imperceptible, levantaron muros para que creciera la indiferencia y germinara la desconfianza. Amparados en cuestiones de raza, sexo o religión me obligaron a mirarte como si fueses un extraño. ¿Fue así como sucedió? ¿Acaso soy una víctima? Ilusión, así se llama este juego. Me vivencié como si fuese otro para poder conocerme. Necesité fragmentarme para sentirme. Me costó comprender que si te dañaba me dañaba. Verme en otros piés me hizo suponer que éramos distintos. La distancia entre los cuerpos ayudó a generar esa falsa percepción de separación. Me hablé con otras palabras. Me odié y amé sin saberlo. En boca de ese otro yo, mi voz sonó ajena, poco familiar. Incluso creí que esas lágrimas que corrían por tu rostro nada tenían que ver con mi vida. ¡Ilusión!Necesito escribirme, por eso te escribo. Llegó el momento de despertar a cada una de mis partes. Ese que hoy mata soy yo. Ese que hoy roba soy yo. Ese que sufre soy yo. También soy ese que sonríe, ese que celebra y también el que agradece. Necesito alinear mi esencia. Quiero danzar y vivir en armonía. Cierra los ojos. Sienteme. Recuerda… Más allá de la ilusión, somos Uno.
Julio Andrés Pagano

Cualidades de la sabiduria


La sabiduría no es ser inteligente ni ser bello ni ser espiritual ni ser paciente ni ser bondadoso ni ser honesto ni ser compasivo ni ser ecuánime ni… La sabiduría no sólo es eso, sino eso y –además- el abrirse a ello en creativa vacuidad: la sabiduría nos brinda esos peldaños que hemos de transitar, pero ¿cuál es la función primordial y a la vez última de la escalera? Soltarla. Soltarla y no tener peldaño al que aferrarnos, quedarse suspendidos en el vacío, como un ala de luz.La sabiduría es transitar y fluir entre caminos de verdad y de belleza y de amor y de bien… para transcenderlos. La sabiduría es caminar entre bosques de verdad y de belleza y de compasión. Y escucharlos hasta soltarlos. Soltar es no aferrarnos a nuestra propia escucha del ser, sino dejarnos empapar, dejarnos vaciar por la vida hasta ser transparentes: soltar es realizar un esfuerzo de reconocimiento y superación de nuestro lado sombra para potenciar nuestra capacidad de comprensión hacia nosotros y el mundo que nos rodea. Dice el poeta, “no separes la sombra de la luz que ella misma ha engendrado” .Ser sabio es dejarnos fluir en la vida, en el ser, pues todo concepto (sea bien, belleza o verdad) es sólo una escalera a la que nos sujetamos, una escalera que se va tejiendo y formando al ritmo cansino de nuestro propio movimiento de apego y de rechazo al flujo de la vida; movimiento de vaivén que en su ir y venir- y en su mecer nos forma mientras amamos y odiamos y sufrimos… El vacío deja el vacío. Dejarse vaciar por el tiempo como se dejan vaciar las caracolas por el mar.Estar atentos, escuchar. Ser sabio es contemplar la forma, la materia, hasta sentir que forma y vacío (materia y espíritu) son lo mismo (“el espíritu es la metáfora de la infinitud de la materia”). Ser sabio es un estado de “atención suprema” al movimiento del universo y a la respiración de la materia. Sólo en ese estado de escucha suprema, de apertura consciente sobreviene la forma, mas no como algo impuesto a la materia, sino como epifanía natural de ésta. Así sobreviene la sabiduría, escuchando ese movimiento que no cesa de comenzar: “El movimiento: exilio: infinito regreso: vértigo: el solo movimiento es la quietud” . Es la escucha alerta de este latido –receptividad amorosa- la fuente de la sabiduría pues, en última instancia, en nosotros vive el otro, espejo donde se reflejan nuestros ojos. La Verdad, la Belleza y el Bien toman forma y color cuando se reflejan, cuando se encarnan en nosotros (“los ojos con que yo veo a Dios son los ojos con que Él me ve”, decía Eckart).Cuando dejamos que nuestra naturaleza búdica sea iluminada o irradiada, cuando permanecemos en amorosa escucha, nuestra naturaleza búdica refulge y entonces “no soy yo sino Cristo quien vive en mí”; o el Espíritu, o la Luz, o Buda: ésta es la actualización de la Belleza del ser; la reencarnación de Cristo. Aquí vive o habita la creatividad, la re-creación de las formas, la re-surrección del Verbo (logos). Es así como nos convertimos en dioses, pues somos capaces de recrear toda la Belleza del Universo.Y entonces la Belleza se impregna de Bien (“la belleza es bien y el bien es belleza”, decía Keats), empapándonos con su reflejo. Nuestra ofrenda (a la Sangha), nuestra generosidad que comparte la luz hasta verse reflejada en el rostro del otro nos recuerda la “heterogeneidad del ser”, pues la naturaleza de todo ser nace en interrelación dialógica con su semejante; y semejantes somos todos los seres.Y es en este momento de suma creatividad de inmensa Belleza y Bondad cuando surge la radical Verdad, pues “con el que yo así percibo como otro y con el que así como a otro a mí mismo me percibe puedo construir un mundo, una relación o un espacio de fluido intercambio de la diferencia con la diferencia. El misterio está en la diferencia misma; y, en ella, la raíz del conocimiento y del amor”.
“Oh, uno, oh ninguno, oh nadie. Oh tú”

Paul Celan

Crecer con los hijos

El interior de los niños encierra la sabiduría que moldeará los tiempos venideros. No hemos de confundir la falta de conocimientos infantil con la ignorancia, pues aquella permitirá que éstos imaginen todo lo que los adultos no han acertado a concebir y creen lo que los mayores siempre reputaron imposible. Debido a su misma ignorancia, el niño se extraña, se interesa, y anda detrás de todo lo que ya no causa sorpresa en el adulto. Haruchika Noguchi.


Una de las tareas mas apasionantes de esta vida es la crianza y formación de nuestros hijos e hijas. Son nuestro legado. Personifican en toda su amplitud “la posibilidad de”, mientras que nosotros como adultos que somos, queramos o no reconocerlo, representamos como mucho la media posibilidad. Ellos están de subida y nosotros de bajada. El futuro con todo lo que esto lleva implícito, es de los niños y niñas.Por todo ello resulta triste, cuando no indignante, que la crianza sea el patito feo de nuestras tareas, que los guardemos-dejemos en espacios masificados, que los instruyamos pero no los eduquemos, que entendamos más de fútbol y de coches que de los hijos, más de técnicas de respiración que de criarlos. Nuestros hijos e hijas son nuestra asignatura pendiente, la verdadera oportunidad para crecer. Abogo pues, por una crianza gozosa, interesante, llena de emoción y de sorpresas.Dicho esto, pongámonos en marcha, comencemos a hacernos las preguntas que guiarán nuestra intuición: ¿de qué modo realizar esta travesía que llamamos crianza para llegar a buen puerto? ¿cómo poner todos los recursos de nuestra inteligencia: capacidad de persuasión, espera, ternura, reflexión, juego, resistencia, etc., para llegar frescos al final del trayecto? ¿quiénes son nuestros hijos e hijas? ¿cómo podemos incrementar la comunicación con ellos?Bien, querido lector o lectora, una vez que sabes de qué va el artículo, comienzo pues.De todo, menos indiferenciaLos hijos pueden enfadarnos, cansarnos, hacer que se nos caiga la baba, aflorar la ternura que ya considerábamos enterrada en algún lugar recóndito de nuestro corazón, o también asustarnos de cuánta irritación son capaces de descubrir en nosotros. Pueden hacer que se acorte la respiración del maestro Zen, o que se enerve el yogui. En fin, de todo pueden hacernos sentir. De todo menos indiferencia.Los infantes están llenos de ki, de energía fresca, son la medida más palpable y fiable de cuán cerca o lejos estamos los adultos de una vida intensa. Ellos, precisamente por su ingenuidad, son capaces de descubrir que somos gigantes con pies de barro. Suelo decir en mis cursos para padres y madres, que formar a adultos es, en comparación con la crianza, algo fácil y menos intenso, pues los alumnos y el profesor o maestro han pactado tácitamente unos esquemas que rara vez se cambian. Los niños no entienden de esquemas, todavía no. En cierta ocasión un maestro de una práctica oriental me dijo que el único que le había hecho dar un paso más en su búsqueda personal, después de veinte años de práctica, había sido su hijo. Las expresiones de los niños están llenas de intensidad, o la sabemos vivir y encauzarla o no, pues no hay esquemas tácitos que mediatizan la vivencia. “Yo estaba instalado -me decía este maestro-, en mi rol, yo era el maestro y todos los demás los alumnos, después de años sabía estar y deduzco que no lo hacía mal, creo que he ayudado a mucha gente en su búsqueda personal, pero esto, en el fondo, es una actividad cómoda comparada con la crianza, pues casi ningún alumno cuestiona seriamente a quien considera su maestro, precisamente porque éste simboliza, acertadamente o no, su oportunidad para salir de la situación en la que está. Esto que afirmo no es extraño, sucede en cualquier relación humana: con la pareja, entre el psicoterapéuta y el paciente, con los amigos, etc. Sin embargo mi hijo con su inocencia, desparpajo, salidas de tono, etc. me mostraba cuan vulnerable era mi capacidad de percibir el ki, y te confieso que después me sentía avergonzado ante mis alumnos cuando les hablada de la energía vital. A veces, una tarde-noche con mi hijo era más intensa que 15 de días a 12 horas diarias de retiro y meditación con mi maestro”. Desde luego esta persona supo dar vida a su paternidad, supo encontrar un sitio -su sitio- ante aquella presión y no eludir su deseo de cuidar. Conozco a otros que optaron por ignorar a sus hijos y seguir siendo únicamente maestros.Sin embargo, ésta es sólo una cara de la moneda, pues ser padres no significa que ya no somos quienes éramos. ¿Acaso tenemos que abandonar todos nuestros deseos al tener un hijo? ¿qué hacemos con nuestra necesidad de realizarnos en el trabajo, con nuestros amigos, con nuestra pareja etc.? Es evidente que todo este mundo íntimo hay que seguir teniéndolo en cuenta, no se trata de olvidarlo o anularlo, sino de resituarlo junto con la nueva vida que comenzamos, de poner a la crianza junto con las otras inquietudes que ya teníamos y cultivarlas, dentro de lo posible, sin excluir a ninguna. Desde luego algún precio habremos de pagar, pero acaso... ¿no pasa esto con todo? Si tenemos pareja nos faltan las ventajas del soltero, si lo que queremos es trabajar, dejaremos de tener todas las ventajas del estudiante, etc. Lo que creo que es un error es hacer de los hijos una carga, que sean el punto por donde se parte la cuerda. Es necesario pues aprender, porque la misma intensidad de la crianza hace que no podamos seguir siendo los mismos, y precisamente por ello, porque nos impide seguir sin mejorar, es por lo que hay que tomar el toro por los cuernos. Los padres se sienten perdidosLa mayoría de padres y madres se sienten perdidos a la hora de encarar la crianza, pues la cultura que hemos creado no considera la formación de los progenitores como algo imprescindible. Nuestros padres no nos enseñaron a ser eso, padres o madres, y tampoco hay escuelas para aprender a hacer interesante la crianza, (éste es uno de mis proyectos). Hemos creado una cultura basada en promover la intervención paliativa: se apoya el parto en los hospitales, el frío biberón en lugar de la cálida teta, a los pediatras, psicólogos, etc., en lugar de una formación y cultura que nos ayude a saborear y realizar la crianza. Por ello, es en parte comprensible que con estas condiciones muchos padres y madres se sientan perdidos, deduzcan que sus hijos son un rollo y no degusten el mundo que traen consigo. Sin embargo, una vez que se toma la determinación de criarlos, lo difícil se vuelve interesante, el miedo ante una duda se convierte en un aliado que incrementa nuestra sensibilidad, una enfermedad es una oportunidad para profundizar en nuestro acercamiento y entrega. Sus juegos son una invitación a vivir la ternura, sus extralimitaciones una ocasión para aprender la importancia de enfadarse. Se trata pues, de tomar las riendas.La Observación, la Reflexión, la Intervención:los tres pilares de la crianzaTodo padre o madre no puede seguir siendo el mismo, los esquemas de adulto no sirven para tratar con el mundo de los niños, pues ellos no hablan el mismo lenguaje. Han de cultivar y solidificar los que, a mi modo de ver, son los tres pilares que sostienen la crianza: Observación, Reflexión, Intervención. Estos tres recursos de nuestra inteligencia creadora son imprescindibles no sólo para la crianza, sino para cualquier actividad humana. Un buen padre o una buena madre ha de aprender a observar, es decir a distinguir lo esencial de todo aquello que percibe. También a reflexionar, pensar y reconsiderar los conceptos desde los cuales vemos la vida. Y por último aprender a intervenir, para que el niño en lugar de obedecer, descubra cuáles son sus deseos y cómo llevarlos a cabo.Cuidar la atmósfera y nuestras expresionesLlamo atmósfera a un ambiente cotidiano que contenga la posibilidad de que el niño pueda encontrar un espacio para comprender una determinada experiencia. No propugno pues un ambiente costoso, ideal o falto de problemas. La atmósfera que rodea al niño sotiene su crianza, es su cimiento. Debido a que sus “sensores” todavía no están formados, los infantes no saben discriminar determinados estímulos, y por ello todo lo indirecto le entra con más facilidad.Hemos de estar, por tanto, atentos a los ejemplos que les damos, a nuestras actitudes, comportamientos con nuestra pareja, con los amigos, etc. ¿Son los niños adultos en pequeño?Uno de los errores más frecuentes en la crianza es tratar a los niños como si no fueran eso, niños. Así, con toda nuestra buena intención, podemos robarles su infancia permitiendo que entren en el mundo de los adultos cuando todavía no lo son. Por ejemplo cuando se les permite estar presentes en las discusiones con nuestra pareja o con algún amigo, cuando vemos películas que pueden confundirle, o hablando delante de ellos de temas que son susceptibles de ser malinterpretados. La razones que se aducen para mantener esta actitud no tienen ninguna consistencia, son proyecciones de nuestra propia inseguridad. Por ejemplo se aduce que es para que no se sientan marginados. Un niño no se siente marginado por ser niño, es más, al apoyar su niñez impidiendo que entre en el mundo de los adultos, ritualizamos su crecimiento y por lo tanto su capacidad de aprender a responsabilizarse y cuidar de los demás. Así llegado el momento oportuno, podemos decirle: “hoy puedes estar delante, pues ya te estás haciendo una mujer/un hombre” . Parece evidente que del mismo modo que un niño de tres años no puede asir o lanzar una pelota con soltura, debido a la falta de desarrollo en su aparato locomotor, tampoco puede asimilar estímulos psíquicos que requieren una estructura conveniente. Hemos de tener cuidado con nuestras buenas intenciones, pues podemos ocasionarles mucho daño inmediato o a largo plazo, al hacerles precózmente viejos.El arte de persuadirEn otros momentos, igualmente con la mejor intención, queremos que comprendan algo y lo único que hacemos es calentarles la cabeza. Estos días presencié la siguiente escena: una madre le decía a su hijo de unos cinco años que no comiera más helado, pero el niño insistía, la madre tratando de que lo entendiera sin tener que reprimirlo, sólo se le ocurrió explicarle que: “los helados tienen unos bichitos que cuando llegan a la barriga se hacen grandes y entonces se te hincha, se te hincha y... fíjate lo que te puede pasar”. El niño, con los ojos de par en par, espantado seguramente por la imagen de su barriga llena de bichos, tragó saliva, mientras miraba intermitentemente a su madre y al helado, sintiendo probablemente que se le estaban helando las entrañas.Reivindico pues persuadir en lugar de convencer o imponer. La persuasión no implica lucha, sino comunicación con la otra persona de tal modo, que ésta se ponga en movimiento por sí misma. En fin, por todo lo que hemos visto parece claro que nuestros hijos reflejan cuán poco nos conocemos. Por ello, ante las OPCIONES de vivir la crianza como si fuera un lastre, o de vivirla a medias, simplemente cumpliendo, parece más inteligente, aunque a veces sea más incómodo, tomarla como una oportunidad para mejorar, para descubrirnos y posibilitar que nuestro hijo saque lo mejor de sí. Si tomamos esta última opción hemos estar atentos a no reproducir los cuestionables esquemas que nos aplicaron nuestros padres, o por el contrario, a no reaccionar yéndonos al lado opuesto, es decir a comportarnos con nuestros hijos consintiéndoles todo, incapaces de decirles basta, etc. De vez en cuando estaría bien recordar que Educar no es guiar a los hijos según como sople el viento, el universo o lo que sea, es acompañarlos y orientarlos en su crecimiento para que descubran sus limitaciones y potencialidades, para que sepan vivir sus fracasos y aciertos, para que llegados a adultos su corazón siga latiendo con ilusión, para que puedan ver -como dice J. A. Marina- una salida donde todos los indicios muestran que no la hay. Y esta tarea, no sólo nos toca cumplirla como padres que somos, sino, además, hacerla interesante y llena vida. Quedan en el tintero, (en la actualidad en lugar del tintero, habría que decir en el ordenador), otros temas apasionantes como son la vivencia de la enfermedad y la salud, el regaño y el elogio, los celos en la pareja o con los otros hijos, las mentiras, la rebeldía, los juegos, la imaginación, etc. etc., pero démonos tiempo.
Cristóbal Gutiérrez

martes, 1 de abril de 2008

Los cuatro idiomas femeninos



Las jovencitas de mi época -poco antes de que la tierra natal se liberara del yugo de la colonia-, mientras que el hombre sigue teniendo derecho a cuatro esposas legítimas, contamos con cuatro idiomas para expresar nuestros deseos, antes de jadear: el francés para la escritura secreta, el árabe para nuestros sofocados suspiros hacia Dios, el líbico berebere cuando imaginamos volver a encontrar a nuestros ancestrales ídolos maternos. El cuarto idioma, para todas, jóvenes o viejas, prisioneras o semiemancipadas, sigue siendo el del cuerpo, que la mirada de los vecinos, de los primos, pretende hacer sordo y ciego, puesto que ya no pueden encarcelarlo por completo; el cuerpo que, en los trances, danzas o vociferaciones, en accesos de esperanza o desesperanza, se rebela, busca, como analfabeta, en cuál orilla está el destino de su mensaje de amor.
(Assia Djebar)

El abrazo...



Necesitamos cuatro abrazos al día para sobrevivir, ocho para mantenimiento y doce para crecer.
Abrazar es saludable .
Ayuda al sistema inmunológico del cuerpo, te mantiene con mejor salud, cura la depresión, reduce el estrés, induce al sueño, es vigorizador, rejuvenecedor, no tiene efectos secundarios desagradables,y abrazar es nada menos que una droga milagrosa. Abrazar es totalmente natural.
Es orgánico, naturalmente dulce, sin preservativos, sin pesticidas, sin ingredientes artificiales y es 100% puro. Abrazar es prácticamente perfecto.
No tiene piezas móviles, no usa baterias que se agoten, no necesita chequeos periódicos, consume poca energía, produce gran energía, es a prueba de inflación, no engorda, no requiere pagos mensuales, no requiere seguros, es a prueba de robo, no paga impuestos, no contamina, y por supuesto es...Totalmente reintegrable.
"No, nada llega tarde, porque todas las cosas tienen su tiempo justo, como el trigo y las rosas."

Alcanza tus sueños



Tu corazón ha comenzado a imaginar un sueño; tienes la certeza de tu deseo, pero no sabes todavía qué camino recorrerás para convertirlo en realidad.
Sin que importe cuál elijas, a medida que lo hagas, recuerda: en ti reside la fuerza para ser todo lo que sueñas.En esa búsqueda encontrarás que el sol te dará su calor, y te bendecirá con su luz dorada cuando despiertes.
Si al caminar te permites ser flexible, te inclinarás suavemente cuando el viento te toque, él entonces abrirá el mundo a tu alrededor.Toda la tierra se convertirá en tu hogar. Imita la fuerza invencible del agua que no se detiene ante nada. Este mundo es tuyo para disfrutarlo, para desarrollarlo, para ir adonde quieras.
Si en la persecución de tu sueño algo te desvía o rumores lejanos te distraen; si en tu camino tropiezas con una o varias piedras, no dejes por éso de andar.
La vida es el regalo más maravilloso que te ha sido concedido. Respétala a pesar de las tristezas; gózala cada día en las infinitas alegrías.


Desconozco su autor

La manera de comprender es ser comprendido...



Me sorprendió saber que el derivado del verbo "comprender" es, literalmente, "observar estando debajo".
Hay una gran dosis de sabiduría en ello. Para comprender algo, debes conocerlo a fondo, de abajo arriba.
A los seres humanos nos gusta hacer juicios precipitados. Tenemos opiniones acerca de todo, incluso cuando no sabemos nada de esos temas.
Desperdiciamos gran cantidad de tiempo haciendo predicciones, estimando, especulando, decidiendo y criticando, habitualmente sin ningún fundamento.
La mayoría de las veces que comprendemos las cosas en función de lo que sabemos de nosotros mismos, lo que a menudo puede ser muy pobre, desde luego.
De ésto se deduce que una mejor comprensión de nosotros mismos nos conduciría más cerca de una comprensión de los demás.
Cuando somos capaces de aceptar los modos imprevisibles que tenemos de comportarnos y de pensar, podemos llegar a tener más claro por qué los demás hacen lo que hacen y piensan lo que piensan. Un viejo adagio indio dice:
Que no podemos comprender a nadie hasta pasar una buena temporada en sus zapatos.
A esto yo añadiría que debemos considerar el estar más cómodos en nuestros propios zapatos, antes de intentar introducirnos en los de otro.


Desconozco su autor

La vida tiene sentido



La vida empieza a tener sentido cuando ayudas a otro a ponerse de pie y a andar.
Cuando respiras hinchando tus pulmones de aire, y notas que no estás solo a pesar de estar en el desierto.
Cuando miras al cielo y ves las estrellas que dominan el firmamento, comprendes que no estás solo, comprendes que la vida es mucho más que el simple palpitar de tu corazón.
La vida tiene sentido cuando andas, cuando evolucionas, y no dejas tras de ti amargura.
Cuando tras de ti has dejado amigos y hermanos, cuando has dejado un grato recuerdo en todo aquel que te ha conocido, es cuando la vida tiene sentido.
Si tras de ti has dejado odio, ésas serán las raíces que darán en el futuro frutos amargos; si la planta que crece tiene raíces de amor, los frutos serán dulces y serán tu alimento en el andar de cada día.
Apoya tu mano sobre el hombro de aquellos que andan contigo, porque si te sientes débil ellos te reconfortarán y si te sientes fuerte andarás más de prisa.
No te ates a las alabanzas. El que te quiere no te alaba, te apoya sin palabras.
Sabrás quién es el que te quiere cuando te veas reflejado en él.
Busca tu gloria, en la gloria de los demás, y los demás buscarán su gloria en ti.
Si hablas a los demás, que tu palabra sea limpia; pero no hables con orgullo, porque hacerlo es hablar con falsedad.
Usa todo lo que la naturaleza pone a tu alcance. No malgastes tu tiempo. Tienes poco tiempo; justo el que estás disfrutando ahora.
Trata de conocerte. No te mal utilices. Busca dentro de ti la solución a tus problemas.
Si tienes que atarte, átate a ti mismo.
No culpes a los demás de tus propios errores. Sé tu propio juez; pero un juez justo.
Si andas por un bosque ten cuidado, porque habrá ramas bajas, te puedes golpear contra esas ramas. No es necesario que las cortes, simplemente agáchate un poco para volver a levantarte inmediatamente, la rama quedará frustrada en su intento de dañarte.
No pronuncies la palabra imposible!, porque todo es posible dentro de ti si vas dirigido positivamente, si vas dirigido negativamente, poco a poco te irás hundiendo; conseguirás tal vez logros parciales, inmediatos, pero te estarás hundiendo.
Si vas positivamente, quizás los logros sean más a largo plazo, pero te estarás elevando.
Sólo pasa hambre el que no sabe que tiene dos manos. Si alimentas tu cuerpo para que te sirva, debes también alimentar tu alma, para que también te sirva.
Un alma poco alimentada es un alma débil, sin fuerza. Un alma bien alimentada es un alma que genera energía, que contagia, que anima. Cuida bien todas aquellas cosas que afectan la evolución de tu alma.
Nunca hables con miedo, porque las palabras se volverán contra ti. Si tienes miedo no hables, porque el miedo es también contagioso.
Habla mirando a los ojos, transmite tu fuerza en tu mirada.
Si quieres saber cómo es Dios, mira volar un ave, mira crecer una flor, mira a los astros moverse, y verás que en ellos se expresa la perfección.

Desconozco su autor

lunes, 31 de marzo de 2008

A través de la ventana



Una pareja de recién casados estaba estrenando su apartamento, y la joven mujer mientras desayunaban mira a través de la ventana a una vecina tender sus sábanas, y exclama:


"¡Que sucias están las sábanas de nuestra vecina!, ¿no sabrá lavar?, ¿no tendrá un buen jabón?"…
El marido oía, y callaba…
Así sucedió día tras día con las mismas exclamaciones de la joven mujer…



Un día, sin embargo, ella se fija bien y vé las sábanas que tiende la vecina resplandecer de limpias… y dice:
"¡Hoy sí que las sábanas se ven limpias!, ¿la habrá enseñado a lavar alguna otra vecina?"



Entonces el marido le contesta:
---"Precisamente hoy me levanté temprano y lavé los cristales de la ventana..."

martes, 4 de marzo de 2008

La búsqueda de la Felicidad


Es una constante en la vida humana y , al parecer , mientras más la buscamos , más esquiva se nos vuelve. Puesto que buscarla es suponer que no está , y nos lleva a poner el énfasis sobre nuestras carencias, sobre todo lo que hipotéticamente nos falta para llegar a ser felices. Nos lleva a vivir en la ansiedad y en el deseo , deseo de poseer , deseo de alcanzar y cuando aquello llega , vivimos en el miedo de perderlo...y seguimos sufriendo.La persecución de la felicidad nos lleva a un permanente anhelo de lo que falta , a una atención constante sobre el futuro , sobre lo que vendrá después, sobre el logro , dejando de atender al ahora , al proceso , al disfrute del momento. Seré feliz cuando...(tenga un auto , me case , consiga ese trabajo , tenga el postgrado , los niños crezcan) y , cuando eso llega , ya estamos situados en otra felicidad hipotética , esperando , siempre esperando que llegue ese momento idílico en que estaremos completos. Lo triste es que podemos llegar al final de la vida física así , quizás allí pensaremos ...seré feliz cuando muera.Nuestra cultura de consumo nos ha convencido que necesitamos agregar mucho a lo que tenemos para alcanzar la felicidad. Agregar cosas , experiencias , conocimientos y , así nos vuelve consumistas , no sólo de objetos , sino de afectos , vivencias , cursos , fiestas. Tragar y tragar esperando siempre otra cosa mejor. El hombre ideal, el trabajo perfecto , los hijos soñados.Basta visitar un mall para observar como el estímulo visual y auditivo ha ido aumentando a niveles para muchos y , especialmente para los niños pequeños , intolerables. Cuál es la idea que hay detrás de esto ? Una idea muy nuestra , que mientras más ropaje y estímulos tengamos , más felices seremos.Los sobreestimulos y la sobreactividad de la vida urbana nos está convirtiendo en ciegos , sordos e insensibles. Como el drogadicto que ya no se conforma con una dosis y pide más y más sin lograr , después de un tiempo , el efecto deseado.El gran espejismo consiste en pensar que el ser feliz depende de algo exterior , de algo que nos será dado desde fuera , que necesitamos determinadas circunstancias o hechos y olvidar que la fuente de la felicidad está dentro de nosotros y tiene que ver con una actitud interior , de agradecimiento y bendición a lo que está siendo la vida en este momento , aún en el dolor.La felicidad y el goce de vivir tienen que ver con una entrega al momento , con una profundidad en la mirada y en el sentimiento que hagan de cada instante de la vida un Todo completo , integral en el cual nada falta.Requieren de dejar de consumir para comenzar a Vivir , en cada momento está contenido el universo entero, en cada momento estoy toda yo , en todas mis dimensiones y aspectos , todo tú.Bajar el ruido , volver a la simplicidad , acallar los deseos y entregarse a lo que Es. Entonces nos daremos cuenta que aquello que tanto buscábamos estuvo siempre allí.
Patricia May

miércoles, 23 de enero de 2008




El 14 de Octubre de 1998, en un vuelo trasatlántico de la línea aérea British Airways tuvo lugar el siguiente suceso:

A una dama la sentaron en el avión al lado de un hombre de raza negra. La mujer pidió a la azafata que la cambiara de sitio, porque no podía sentarse al lado de una persona tan Desagradable. La azafata argumento que el vuelo estaba muy lleno, pero que iría a revisar a primera clase a ver por si acaso podría encontrar algún lugar libre. Todos los demás pasajeros observaron la escena con disgusto, no solo por el hecho en si, sino por la posibilidad de que hubiera un sitio para la mujer en primera clase. El pobre hombre, quedo incómodo y cohibido por la reacción de su compañera de fila, pero tuvo la educación de no hacer un escándalo. El clima en la cabina era de total tensión, pero la señora se mostraba feliz y hasta triunfadora porque la iban a quitar de ese sitio y ya no estaría cerca de aquella persona.

Minutos más tarde regreso la azafata y le informo a la señora: -

"Discúlpeme señora, todo el vuelo esta lleno... afortunadamente encontré un lugar vació en primera clase. Me demore unos instantes porque, para poder hacer este tipo de cambios le tuve que pedir autorización al capitán. El me indico que no se podía obligar a nadie a viajar al lado de una persona tan desagradable y que me autorizaba el cambio." Los pasajeros no podían creer lo que escuchaban, pero ya la señora con cara de triunfo, empezó a levantarse de su asiento.


En ese momento la azafata se voltea y le dice al hombre de raza negra: -

"¿Señor, seria usted tan amable de acompañarme a su nuevo asiento en primera clase? El capitán en nombre de la Compañía le pide sus disculpas personales por el hecho de que haya tenido que soportar una persona tan desagradable a su lado."

Todos los pasajeros del avión se pararon y ovacionaron la acción de la tripulación. Ese año, la azafata y el capitán fueron premiados y gracias a esa actitud, la empresa British Airways se dio cuenta que no le había dado demasiada importancia a la capacitación de su personal en el área de atención al cliente. La empresa hizo cambios de inmediato; desde ese momento en todas las oficinas de British Airways y a la vista del personal, se lee el siguiente mensaje:

"Las personas pueden olvidar lo que les dijiste, las personas pueden olvidar lo que les hiciste, pero las personas nunca olvidaran como los hiciste sentir"

Y tú????

¿Còmo haces sentir a las personas que te rodean?

lunes, 17 de diciembre de 2007

martes, 4 de diciembre de 2007

Aprendiendo...



Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia... entre sostener una mano y encadenar un alma, y uno aprende que el amor no significa acostarse y una compañía no significa seguridad, y uno empieza a aprender...
Que los besos no son contratos y los regalos no son promesas, y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos, y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes... y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad.
Y después de un tiempo uno aprende que si es demasiado, hasta el calor del sol quema. Así que uno planta su propio jardín y decora su propia alma, en lugar de esperar a que alguien le traiga flores.
Y uno aprende que realmente puede aguantar, que uno realmente es fuerte, que uno realmente vale, y uno aprende y aprende... y con cada día uno aprende.
Con el tiempo aprendes que estar con alguien porque te ofrece un buen futuro significa que tarde o temprano querrás volver a tu pasado.
Con el tiempo comprendes que sólo quien es capaz de amarte con tus defectos, sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad que deseas.
Con el tiempo te das cuenta de que si estás al lado de esa persona sólo por acompañar tu soledad, irremediablemente acabarás no deseando volver a verla.
Con el tiempo entiendes que los verdaderos amigos son contados, y que el que no lucha por ellos tarde o temprano se verá rodeado sólo de amistades falsas.
Con el tiempo aprendes que las palabras dichas en un momento de ira pueden seguir lastimando a quien heriste, durante toda la vida.
Con el tiempo aprendes que disculpar cualquiera lo hace, pero perdonar es sólo de almas grandes.
Con el tiempo comprendes que si has herido a un amigo duramente, muy probablemente la amistad jamás volverá a ser igual.
Con el tiempo te das cuenta que aunque seas feliz con tus amigos, algún día llorarás por aquellos que dejaste ir.
Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona es irrepetible.
Con el tiempo te das cuenta de que el que humilla o desprecia a un ser humano, tarde o temprano sufrirá las mismas humillaciones o desprecios multiplicados al cuadrado.
Con el tiempo aprendes a construir todos tus caminos en el hoy, porque el terreno del mañana es demasiado incierto para hacer planes.
Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas o forzarlas a que pasen ocasionará que al final no sean como esperabas.
Con el tiempo te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro, sino el momento que estabas viviendo justo en eseinstante.
Con el tiempo verás que aunque seas feliz con los que están a tu lado, añorarás terriblemente a los que ayer estaban contigo y ahora se han marchado.
Con el tiempo aprenderás que intentar perdonar o pedir perdón, decir que amas, decir que extrañas, decir que necesitas, decir que quieres ser amigo, ante una tumba, ya no tiene ningún sentido.

Pero desafortunadamente, solo con el tiempo...

-Jorge Luis Borges

domingo, 2 de diciembre de 2007

La Urgencia de una Educación para el Ser


Por Claudio Naranjo
(...)Los educadores son personas con una vocación materna, sean hombres o mujeres, que es como la prolongación del espíritu materno de educar, una forma de maternizaje y, sin embargo, todo esto está sujeto a las decisiones de políticos de la educación, generalmente internacionales, que no saben lo que ocurre de primera mano, que no tienen esa vocación, ese sentido, esa sensibilidad y sólo piensan en rendimientos, beneficios económicos futuros, que piensan más a través de sus ordenadores que con su sensibilidad intuitiva. Y entonces es otra traición al espíritu verdaderamente pedagógico, a la vocación matrística, digamos, una traición en que el amor queda supeditado al modelo: que nos vayamos a parecer lo más posible a Singapur, desde que se descubrió que los de Singapur lo hacen mejor en cuanto a sacarse buena nota y "estrujan" más a la gente, pues es un sistema en esencia policial, donde se azota a la gente si escupe en la calle, donde se mete a la cárcel a cualquiera por cualquier pequeña infracción. Ese espíritu de tener a la gente dieciséis horas al día estudiando para dar exámenes, eso es lo que ahora se cree que es el futuro de la educación. Así que yo creo que hay una gran tragedia en la educación, se está aplastando al espíritu humano con gran ignorancia de lo que se está haciendo. Si quisiéramos transformar el mundo necesitaríamos transformar a las personas, no se puede a través de la religión solamente o de la psicoterapia solamente, son vías minoritarias, hay que sentir un anhelo de otra cosa para hacer los grandes sacrificios que llevan a la transformación. Una persona para empezar a nadar contra la corriente y salvarse o para limpiarse el alma y arreglarse el mundo interior, necesita esfuerzos, ya que son pocas las personas que llegan al final del camino, ni a la mitad del camino y hoy en día también eso se está haciendo difícil por las realidades económicas (...)
(...)Yo propongo siempre que la educación tenga un elemento análogo al de la terapia rogeriana, "centrada en el cliente": se debe hacer una educación centrada en el niño, en que los intereses del niño cuenten y no se mate la espontaneidad, no se mate la curiosidad, no se mate el ansia de aprender. Todas las cosas que se "embuten" después quedan por el camino, sirven por un rato y después impiden la educación real, el aprendizaje real. Y aprendizaje es cambio; escribir y leer, calcular no son educación, son instrumentos de la educación, pero no fines de la educación. Y yo creo que en esto se equivocan a menudo los padres, pues muchas veces hay educadores reales aquí y allá, colegios que quieren hacer cosas innovadoras y no son solamente las instituciones o la burocracia central de los diversos países la que con sus exigencias de exámenes interfiere con las prioridades del desarrollo. Es la misma comunidad, la inercia social del ambiente la que se torna en una interferencia respecto a la necesaria reforma. Los padres dicen "pero ¿por qué a mi hijo no le enseñan las cosas importantes? Todavía no lo hace bien, no se saca buenas notas en cosas básicas y están haciendo esas cosas rebuscadas". Lo que se necesita no es simplemente una educación que tenga tal o cual ramo más, como un decorado o signo de modernización, sino que haya desde la base un planteamiento de que educar es ayudar al desarrollo completo del ser humano, y eso significa educar para una transformación y educar seres completos. Y educar seres completos es educar para SER, no sólo para hacer. Y el ser es una vivencia que solamente puede tener una persona completa. Yo creo que todos nuestros males, toda psicopatología puede ser reinterpretada desde la carencia de ser. Freud interpreta la neurosis como un bloqueo de las pulsiones, de los impulsos. Yo creo que más profunda es la interpretación existencial de que uno tiene un anhelo de llenar cierto hueco y siente un vacío, apenas lo reconoce, porque la cultura no tiene nombre para eso, para esa… podría llamársela ansia metafísica. Entonces no habiendo eso, uno llena ese vacío con toda clase de substitutos. Lo llena con la intensidad de las drogas y el rock & roll y las motocicletas y el vivir peligrosamente; otros lo llenan con un ansia de saber y se hace muy erudito, el otro lo llena con una sed de aplausos, otro lo llena con una adicción al amor. Pero todo eso son aguas que no calman la sed, son maneras de querer llenar ese vacío central con una cosa que no puede ser llenada sino con el sentirse: Yo Soy.(...)

Extractos de una conferencia de Claudio Naranjo, Universidad Diego Portales, Santiago, Enero 2002. Tomado de www.culturaeducacion.cl

Claudio Naranjo es un psiquiatra chileno, pionero en la búsqueda de nuevas formas de desarrollo integral para el ser humano. Discípulo directo de Fritz Perls, creador de la Terapia Gestáltica, Naranjo resume en su quehacer toda la vanguardia de la Nueva Psicología. Escritor, educador, investigador y buscador incansable ha vivido los últimos 40 años fuera de Chile.